El objetivo principal de la
planificación consiste en determinar adecuada y razonablemente los
procedimientos de auditoría que correspondan aplicar, cómo y cuándo se
ejecutarán, para que se cumpla la actividad en forma eficiente y efectiva. Para
que esto funcione perfectamente existen:
Objetivos a corto plazo: Son
objetivos que nos planteamos con el fin de cumplirlos en un corto período de
tiempo. Estos objetivos se centran en las actividades del día a día.
Objetivos a mediano plazo: Aquellas
cuya realización se encuentra en un futuro próximo, pero más lejano que el de
las metas de corto plazo. Se refieren a los planes de acción mensuales.
Objetivos a largo plazo: Es
el conjunto de actuaciones que contempla la empresa para alcanzar sus
objetivos, en un largo periodo de tiempo. Se centran en los resultados de las
revisiones anuales.
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